Resulta equivoco. Es el dia a dia, el pasar de la vida. Un segundo, un minuto, una hora, un día. No hay una variante en ella. Es un camino con una sola dirección, hacia adelante. Un segundo, un minuto, una hora, un día. Y sin embargo peleamos constantemente para quedarnos.

Un segundo, un minuto, una hora, un día. No quiero tu pena. Un segundo, un minuto, una hora, un día. No quiero tu odio. Un segundo, un minuto, una hora, un día. No quiero que me mires así… así… si… así.

Como si estuviese roto. Sin arreglo. Con piezas que no tienen arreglo y no se pueden traer de ningún lado para ser reemplazadas.

Un segundo, un minuto, una hora, un día. No quiero esa pena en los ojos que se le da a un animalito herido de muerte, algo sin solución.

Un segundo. No quiero. Un minuto. No quiero. Una hora. No quiero. Un día. Quiero. Una semana. Que me ames otra vez.