Creo que es hora de encontrar mi lugar, ¿no?
Entiendo que todo aquello que alguna vez quise, todo lo que alguna vez había soñado o querido hacer, ahora no es posible. Pero no quiere decir que en el futuro no lo sea. Sólo que ahora, en este preciso momento, es algo imposible.
No es realista seguir soñado y forzando las cosas cuando claramente no se están dando.
¿Y ahora qué hacer? Pensar. Vivir el dia a dia. Elegir una dirección, cualquiera, y empezar a caminar. Total, no es que haya algo mejor que hacer. Algún resultado, fuese cual fuese, es mejor que el limbo actual.
No olvides las enseñanzas que ya te dio la vida. Las que te escribiste en la piel.
«Utor pretermissio» ó «Disfruta del olvido».
Seguí adelante a pesar de todo. A pesar de la decepción y el dolor. Seguí adelante y disfruta tu vida. Pero nunca olvides, recorda las enseñanzas que te son otorgadas. Los cambios que generan en vos. Mejora como persona en base a ellos. Como amigo, como amante, o familiar. No te estanques, que el tiempo no frena, no espera a nadie.
«Boulé» ó «Camino, dirección».
Todo empieza por una ruta. Una puerta. O una ventana. Pero siempre es apuntando a algo, aunque no sepas a que es. Lo importante es caminar e ir hacia adelante. Y no arrepentirse de aquellas decisiones que uno toma. Ser fiel a uno mismo y sus sentimientos. Atravesar cuanto sea necesario si en definitiva crees que vale la pena.
El problema es la contradicción que genera en mi todo esto. Mi cerebro dice una cosa, mi corazón otra y todas las células de mi cuerpo gritan algo diferente.
Proteger. Desaparecer. Seguir. Olvidar. Enojar. Llorar. Extrañar. Permanecer. Resistir. Acercar.
Un infinito de diferentes deseos y emociones. ¿Qué debería hacer?¿Qué es lo que quiero? No se. Va, si se. Pero no se puede. Claramente. Y no tengo nada en segundo lugar como para reemplazarlo. Ni quiero hacerlo.
Estas enseñanzas son las que me dejaron hoy en este lugar, son las que me llevaron a vos. Son las que me dicen que siga, pero al mismo tiempo las que impulsaron todo a que diera ese primer gran paso para estar juntos los tres.
Ayer, iluminaba mi camino y ayudaban en mi decisión. Hoy, son como un velo, una niebla, que humildemente lo tapa todo.
¿Qué hay atrás de ella? No se. Sinceramente, ya no se nada. No tengo respuestas. No quiero tenerlas. Sólo quiero risas y experiencias nuevas. Quiero vida.